sábado, 5 de diciembre de 2009

TODOS CON UNA CUBA LIBRE. NO PUEDE SER DE OTRA MANERA




Hoy sábado 5 de diciembre comienza una serie de concentraciones, manifestaciones, demostraciones en defensa de los Derechos Humanos en nuestra amada isla cubana. La iniciativa parte de un grupo de blogueros denominado Blogacción por los Derechos Humanos en Cuba: Unidos por los Derechos de Todos. Quisiera llamar la atención sobre dos cuestiones del título de este ejemplar grupo:
i. Este movimiento popular, que espero sea un éxito rotundo, viene como resultado de una "blogacción". Reconozco que he dedicado un tiempo a buscar alguna definición del neologismo, sin éxito. Si hay alguien que sepa de una o de alguna, que por favor me la envíe. No obstante, puedo improvisar una aquí y ahora: una blogacción se refiere a una exhortación virtual para hacer algo en el mundo real, y que tiene por objeto la transformación del mundo real. Es, por tanto, un término que está asociado al de la ciberpolítica. Además, no confundir con la anglosajona Blog Action Day, más virtual que efectiva. Por supuesto que mi definición está sujeta a la interpretación de todos ustedes, ni más faltaba. Para eso la publico.
ii. El título de este grupo de blogueros comprometidos señala, de forma acertadísima, que estos derechos son los de TODOS nosotros. Evidentemente, no se reclama aquí el reconocimiento de una particularidad que los cubanos perdieron hace más de 50 años. ¡No! Además, y he aquí lo que más me interesa resaltar de la cuestión, se nos recuerda así que los derechos humanos son delicados, en el sentido de que siempre están bajo presión, como el sistema político que los debe amparar (léase democracia). En este caso, ufanarse sería un grave pecado. Pero claro, sólo aquel que haya perdido algo preciado es más capaz de reconocer como preciado lo perdido. Esto, que parece un juego malabar de palabras, si se piensa detenidamente, no resulta serlo.
Se dice que ciertas corrientes ideológicas dominantes en Occidente pecan de etnocentrismo. Esta acusación puede ser entendida aquí de la siguiente manera, espero no tergiversarla demasiado: si estos países dan por sentado que la situación de los derechos humanos en el mundo es como es, y que no se debe hacer nada más, entonces indirectamente se está cometiendo un acto de soberbia para con aquellos países que luchan por un reconocimiento de los DDHH en sus respectivos territorios. Tal acto conlleva además el riesgo de no cuidar los DDHH en la medida que se necesita para su mantenimiento y florecimiento. Los DDHH no son algo con lo que el ser humano nace. Han sido consensuados, declarados y promulgados y, como toda invención humana, son falibles, especialmente en su aplicación.
Por tanto, echarse estos días a la calle y reclamar una mayor atención para los DDHH en Cuba es un acto universal, no local. Y es por ello que TODOS hemos sido exhortados a asistir a esta cita: ciudadanos que disfrutan de los DDHH y ciudadanos que aun no lo pueden hacer.
Internet nos ha abierto a todos un espacio que llamo ciberdemocracia. Los blogueros cubanos que viven en Cuba empiezan a saborear lo que es ese espacio. Creo entender bien a Yoani Sánchez cuando digo, parafraseándola, que su ejercicio de expresión, ya sea a través de sus tweets o de las entradas en su blog, es el de proporcionar "oxígeno a la blogósfera cubana". Qué perfecta metáfora para lo del cuidado de la democracia y de sus valores, cuestión central que aquí me ocupa, por si no había reparado en ello aún.
Pero lo más importante es que Yoani y sus compañeros blogueros, estos verdaderos insufladores de oxígeno virtual, pretenden la efectiva transformación de su mundo real. Ejercen una continua blogacción. Su llamado es constante, nos recuerdan que hay todavía mucho que hacer para cambiar su mundo, nuestro mundo. Cuba no está ya más aislada, Cuba no es más un problema de los cubanos.
El ejemplo de Yoani resulta ejemplar: una vez fuera de su país pudo haber elegido no volver nunca más a él; no obstante, y por las razones que fuera en aquel momento (no voy a entrar ahora en ello), regresó. Ahora impulsa un movimiento imparable desde dentro, sin duda más valioso y esperemos que no suicida.
Cuando observo las dificultades que los blogueros cubanos perseguidos tienen para comunicarse libremente, en ell@s veo la quintaesencia del ciudadano democrático. Aquel que por muy duras que sean las condiciones en su contra, no ceja en el empeño de alcanzar nuevas cotas de libertad. En definitiva, podemos interpretar la historia de Occidente de esta manera también. Si los "occidentales"  damos la espalda a este grupo de ciberdemócratas, entonces trivializaremos todo lo que ha costado tener estos 64 años de paz dentro de nuestras fronteras, algo insólito en nuestra historia particular, y que ha permitido el mejor intento que se conozca de llevar a cabo el anhelo de Carlomagno (léase la Unión Europea). Creo que no nos podemos dar ese lujo, con la que está cayendo.
Es así que termino mi entrada de hoy sumándome a esta iniciativa y concienciando a mis lectores para que hagan lo mismo, desde sus propios ángulos o perspectivas. No nos quedemos de brazos cruzados, apoyemos a estos ejemplares ciudadanos para que logren lo que a nosotros, los de mi generación y mi continente europeo, se nos ha dado casi regalado.
Un abrazo para todos los organizadores. Que sepáis que os ayudaré en lo que pueda.

1 comentarios:

Aguaya dijo...

Gracias por tu apoyo, Josema.

Lo mínimo que logra una blogacción de este tipo es querer sensibilizar a la gente, ponerlos al tanto de la situación en Cuba, hablar abiertamente del problema y pensar en cómo intentar resolverlo, al menos en lo virtual, pues en lo real en Cuba ha sido casi imposible hacerlo, ejemplo de ello son los tantos periodistas independientes presos, los disidentes encarcelados y acosados, ellos y sus familiares, los destierros casi obligados de un 20% de la población del país (sí, somos casi 20% de la población cubana los que vivimos lejos de nuestras raíces!), etc.

Otros pasos tienen que ver con lo real en cuestión, con las acciones futuras que podríamos llevar a cabo, para lo que la "ciberdemocracia", como la llamas, en la red, es una buena escuela.

Saludos!