Reflexiones virtualmente escritas durante mi vuelo Bogotá – Madrid . Sobre el Océano Atlántico, 10 de diciembre de 2009 en Colombia . Sobre el Océano Atlántico, 11 de diciembre de 2009 en España.
Justo antes de cerrar definitivamente la maleta, un par de horas antes de tomar mi primer vuelo desde Medellín en busca de la capital colombiana, leo el último tweet de YS: “Día de luto por los DDHH en Cuba. Hoy nos hemos vestido de negro.”. “Umm…”, de inmediato caí en la cuenta de que el cartel anunciador del aniversario de la Declaración, el cual me había bajado para la ocasión de la página oficial de Naciones Unidas, quedaba fatal como cabecera de mi blog. El lema de este año, celebrar la diversidad, comenzaba a rechinar, por frívolo, comparado con el contundente mensaje de YS. Una vez más, la realidad más descarnada se imponía frente a una tendencia, en mi caso, de seguimiento poco crítico: La necesaria, que no efectiva, vivencia de esos derechos expresada en el tono angustioso de su nota, frente a mi asunción ingenua alimentada por una realidad inmediata, en donde por poder ejercer esos derechos de forma cómoda (en mayor o menor medida, pero esto me llevaría a otra entrada de este blog) no reparo en la imposibilidad de dicho lema en el caso de YS y sus paisanos residentes en la cárcel caribeña regida por los “alcaides” Castro. Lo que vino a continuación fue un intento fallido de reacción tardía: Crear uno logo que reflejara las palabras de YS, las cuales seguían generando en mí un sentimiento de vergüenza y rabia a la vez. Quería sustituir el banner de las UN por algo menos conmemorativo y más provocador, al menos para nuestro “amigos” los contra-blogueros. Sí, hombre, esos que usan la libertad de expresión para justificar que regímenes como el cubano le cierren la boca a los que no comulgan con sus ruedas de molino. Pseudo-blogueros que cometen sistemáticamente la autocontradicción performativa. Pues en esas andaba yo minutos antes de tomar el taxi. Hasta terminar algo frustrado por no encontrar un buen software que me permitiera poner juntos las palabras de YS, la bandera cubana y un lazo negro, pero no pudo ser entonces. Turned off! En el aeropuerto sin conexión inalámbrica a Internet. ¡No puedo hacer nada con mi iPhone! Debo aparcar mis deseos de corresponder los tweets que de seguro estaban llegando. Ya en el avión de Bogotá a Madrid me toca compartir fila con José. La conversación nos hace saltar de un tema a otro con rapidez, hasta que llegamos al atractivo uso de las TICs y la educación. Para entonces, José ya sabe de mi experiencia en Nueva York como profesor de Español, y se interesa por cómo cuidan su identidad latina o hispana las distintas comunidades allá presentes. Yo le cuento las diferencias que, en este sentido, pude observar entre los hermanos puertorriqueños, dominicanos, mejicanos, etc. Y después, el poder social de Twitter… Es ahí cuando se me ocurre escribir esta entrada. Así que tocayo, si estás leyendo esto, gracias, y que llegué bien a La Coruña. Mis respetos para los auténticos freedomfighters cubanos.
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